Los barrios de Casagemes, Canyadó i Manresà quieren que se rehabilite el antiguo edificio de la escuela Lola Anglada; Badalona pedirá la obra a la Generalitat.
Badalona pedirá a la Generalitat que elabore un proyecto de rehabilitación y ejecute las reformas necesarias para que un antiguo e histórico edificio del barrio de Canyadó sea reconvertido en un instituto y nutra educativamente a una zona de la ciudad que a día de hoy no cuenta con ningún instituto público.
Este ha sido el acuerdo unánime debatido y refrendado esta semana en el pleno municipal ante una moción en la que ha intervenido un representante de la plataforma educativa y vecinal que lucha por este objetivo desde hace meses. La comunidad quiere aprovechar el edificio que albergaba el antiguo colegio Lola Anglada, en desuso desde que se construyera recientemente un nuevo equipamiento justo delante, y así completar una zona educativa que cubra todas las edades y que, además, cuenta con una biblioteca estrenada hace poco.
También los vecinos insisten en el proyecto, que permitiría recuperar unas instalaciones casi centenarias que acumulan tiempo cerradas y empiezan a deteriorarse. El otro argumento, y de hecho el que más preocupa a las familias, es el del crecimiento demográfico y la falta de plazas en los institutos de referencia, dos centros situados fuera de los barrios que abanderan la iniciativa: Casagemes, Canyadó y Manresà.
Se trata de un distrito con más de 11.000 habitantes que ha crecido un 10% en el último lustro y que concentra buena parte de las promociones de obra nueva de la ciudad, por lo que su evolución demográfica continuará al alza. En este sentido, la plataforma avisa de que el próximo curso ya faltarán decenas de plazas para los alumnos que salen de 6º de primaria de las dos escuelas de la zona, Artur Martorell y Lola Anglada. Educación confirma esa previsión, aunque no es tan alarmista, e insiste en que apretará a la Generalitat en la reunión de la mesa mixta, en noviembre, que planifica las plazas para el curso próximo.